Dedication: Dedicación: Dedicado a todas las mujeres valientes que están pasando por una experiencia de cáncer de seno.
Han habido muchos momentos en mi vida donde he descubierto mi propia fuerza debido a las luchas emocionales con las que he tenido que lidiar, pero la que recientemente ha tenido el impacto mas grande en mi vida fue cuando fui diagnosticada con cáncer de seno en el 2010. Siempre fui muy saludable y jamás reflexioné sobre mi propia mortalidad, hasta el día 19 de Enero del 2010, cuando descubrí una masa en mi seno izquierdo.
Estar cara a cara con el cáncer de seno impacto mi vida profundamente. Fueron muchas las lecciones que aprendí sobre cómo vivir en el momento presente, y encontrar la belleza y alegría en los momentos simples de cada día. Me sorprendió la cantidad de alegría que encontré entre todo el miedo que sentí durante mi experiencia con el cáncer. Encontré pozos de fuerza que no sabía que poseía y estaba muy orgullosa de como afronté los tratamientos y las cirugías con dignidad y gracia.
Una de las lecciones más importantes que aprendí fue que yo no podía “hacer el cáncer” sola; que yo debía dejar que mis amigos y mi familia me ayudaran a pasar por esta experiencia. Varias veces he dicho que se necesita todo un pueblo para ayudarle a una mujer pasando por la experiencia de cáncer de seno y verdaderamente creo que este fue uno de los aprendizajes más importantes.
Aprendí a simplemente decir “si”, cuando alguien me preguntaba si quería que me acompañaran al doctor. Aprendí a decir “si” cuando mi grupo de amigas increíbles ofrecían traer la cena para mi familia durante los días en que no me podía ni siquiera parar debido a las náuseas que sentía durante la quimioterapia, o después de mi mastectomía cuando yo me sentía tan débil física y emocionalmente.
Aprendí a decir “si” cuando la coordinadora de cáncer de seno de mi hospital me pregunto si quería que cambiara mi oncólogo después de no sentir una conexión con el primer oncólogo asignado a mi caso. Ella me ayudo a cambiar de doctor y jamás me he arrepentido ya que todavía veo a mi oncólogo dos veces al año y así será durante los próximos 4 años, así que el cambio hizo una gran diferencia en mi vida.
En los 6 años desde mi diagnóstico, he aprendido a decirle “si” a los demás cuando siento que necesito apoyo en otros aspectos de mi vida. Ya no pienso dos veces para pedirle ayuda a los demás, debido a que ahora entiendo que mostrando nuestra vulnerabilidad y pidiendo ayuda en realidad requiere mas coraje que tratar de hacerlo todo sola.
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Esta historia fue originalmente escrita en ingles y fue traducida al español. Pueden leer la versión original aquí… https://sayitforward.org/learning-say-yes/